Conversamos con Gisele Bündchen sobre una alimentación saludable y relaciones nocivas

Gisele Bündchen prepara rib eye a la parrilla con chimichurri, en su casa de Southwest Ranches, Florida, el 7 de marzo de 2023. (Rose Marie Cromwell/The New York Times)
Gisele Bündchen prepara rib eye a la parrilla con chimichurri, en su casa de Southwest Ranches, Florida, el 7 de marzo de 2023. (Rose Marie Cromwell/The New York Times)

MIAMI — La gente guapa no se libra de las indignidades de unas articulaciones demasiado extendidas, que fue a lo que tuvo que enfrentarse la supermodelo Gisele Bündchen con dos operaciones de hombro en 2019 y 2020.

Por aquel entonces, Bündchen vivía en Boston con el mariscal de campo de la NFL Tom Brady, entonces su marido, y seguía en recuperación de una operación en la espalda para tratar una lesión que se hizo al caerse de un caballo. Al principio, se había negado a someterse a la intervención y había optado por alternativas holísticas, como la acupuntura. Pero las resonancias magnéticas revelaron lo que las brillantes sesiones de moda y las fotos de los paparazis no habían podido: a punto de cumplir los 40, estaba hecha trizas.

“Nunca me había sentido tan deprimida y vulnerable”, recordó Bündchen, que ahora tiene 43 años. No podía levantar ni su equipaje ni a sus dos hijos pequeños, Benjamin y Vivian. “Si me sentaba, me dolía”, dijo.

En ese momento, estaba sentada, vestida con unos Levi’s desteñidos y una camisa blanca de tejido gofrado, tan informal que podrían haberla confundido con la mamá más guapa a la salida de la escuela. Pero cuando el sol se filtró y su mirada se entrecerró, el rostro que vendió millones de sujetadores de Victoria’s Secret apareció en primer plano.

Bündchen hizo una mueca de dolor al recordar sus meses dentro y fuera del quirófano. Han sido unos años agotadores. Ahora, vive en Miami, luego de que dejó atrás los gélidos inviernos de Massachusetts por los climas más cálidos de Florida, desde donde tiene un acceso más fácil a su Brasil natal. La mudanza fue documentada tanto por ESPN como por la cuenta de chismes de Instagram Deuxmoi.

En resumen: Brady se retiró y salió de su jubilación en rápida sucesión, cambiando su amado juego y los Patriotas de Nueva Inglaterra por los Bucaneros de Tampa Bay. (Duraría tres temporadas). Las cuentas de los aficionados especulaban sobre el resentimiento de Bündchen por su cambio repentino. Los guerreros de Reddit la acusaron de empañar el regreso triunfal del pasador. A los pocos meses de la transferencia, los dos compartieron comunicados casi idénticos anunciando su divorcio.

Gisele Bündchen con su perro Alfie en su casa de Southwest Ranches, Florida, el 7 de marzo de 2023. (Rose Marie Cromwell/The New York Times)
Gisele Bündchen con su perro Alfie en su casa de Southwest Ranches, Florida, el 7 de marzo de 2023. (Rose Marie Cromwell/The New York Times)

Bündchen dejó de lado los pormenores de su anterior relación para hacer una observación más general. “Nadie sabe realmente lo que pasa entre dos personas, solo las dos personas en la relación”, dijo. Señaló que lleva divorciada casi 18 meses. En ese tiempo, Brady parece haber pasado página. Ahora, ella también.

Sí, confirmó, está saliendo con alguien, y es algo nuevo, y ella es protectora. “Es la primera vez que salgo con alguien que primero fue mi amigo. Es muy diferente. Es muy honesto y muy transparente”, expresó.

Antes de las operaciones, Bündchen prometió transformar su propia salud. Mucho antes de que la mayoría de los estadounidenses se dieran cuenta de que hacer jugos podía ser un hábito, Bündchen se bebía sus verduras. Era muy religiosa en cuanto a los entrenamientos, y construyó una cancha de pickleball y un pabellón de yoga en su retiro junto a la playa, en Costa Rica. Ahora, se ha concentrado en su fortaleza.

Cuando llegaron los de la mudanza para empaquetar la casa que compartía con Brady, demostró su nueva potencia levantando cajas y sacando los muebles. Llevó una mesa hasta el camión. “¡Esos tipos! Si hubieras visto sus caras, pensaban: ‘Estás loca’”, contó.

Su hermana gemela, Patricia, dio fe de la habilidad y tenacidad de Bündchen. “Es capaz de clavar, atornillar, lijar y arreglar cualquier cosa”, escribió en un correo electrónico. “Realmente se pone manos a la obra”.

Este mes, Bündchen publicará su primer libro de cocina, “Nourish: Simple Recipes to Empower Your Body and Feed Your Soul”, que incluye 100 recetas, una de las cuales es el rollito fresco de verano con salsa de anacardos que sirvió como almuerzo la tarde que hicimos esta entrevista. En efecto, se ensució las manos doblando papel de arroz mojado sobre montones de palitos de verduras. Trabajaba en la isla de su cocina, una losa blanca situada en el centro de la modesta casa de Miami que adquirió en 2022.

Le encanta la intimidad de esta casa. Mientras se lavaba las manos en el lavabo, Bündchen señaló las puertas de los dormitorios de los niños. “Cuando digo: ‘¡Benny, Vivi, a cenar!’, es como: ‘Me están oyendo. Definitivamente me están oyendo’”, dijo.

Ha prescindido de tener mucho personal. Ella hace el desayuno y recoge a sus hijos de las prácticas de deportes después de la escuela. Los quehaceres se han convertido en una prioridad. “Ahora que estoy aquí, puedo estar a solas con ellos”, dijo. Luego, añadió: “Tienen que ayudarme y se lo recuerdo. Les digo: ‘Oigan, entiendo que teníamos chefs trabajando con nosotros y todo eso, pero mamá está eligiendo hacerlo de esta manera en este momento’”.

Después del divorcio, no tener a sus hijos con ella todo el tiempo fue un cambio. Pero desde entonces se ha dado cuenta de las ventajas de criar a sus hijos sin pareja. “Van a tener este hogar, con las cosas que considero necesarias. Van a aprender a vivir de una manera más sencilla”, afirmó.

La dimensión se siente más cercana al entorno en el que se crió. Bündchen es una de seis hermanas, nacida en la pequeña ciudad de Horizontina. Ambos padres trabajaban y su madre se ocupaba de todas las tareas domésticas además de su trabajo como cajera de banco. Cuando los hijos de Bündchen no ponen la ropa en el cesto, ella piensa en su madre, hirviendo agua caliente y fregando los calcetines sucios de sus hijas en baldes.

Un mes antes de esta entrevista, su madre murió de cáncer, a los 75 años. Bündchen lloró cuando la conversación abordó la pérdida; no con lágrimas delicadas, sino con sollozos reales y contagiosos. “Es porque es tan reciente. Mi madre es una supermujer para mí. Es una guerrera”, dijo.

Bündchen anunció que dejaría las pasarelas en 2015, fue una decisión consciente de retirarse del trabajo. Aun así, ganó millones de dólares colaborando con diseñadores como Chanel y marcas como Pantene. Desde su divorcio, ha colaborado con muchas otras marcas de moda, como Louis Vuitton, Alaïa, Balmain y Frame. El año que viene cumplirá 30 años trabajando en la industria. Insiste en que no se jubilará, pero quiere que ese hito marque el final de esta etapa de su carrera.

“Creo que es un buen momento para poner punto final y empezar una nueva temporada”, declaró.

Sea lo que sea lo que venga después, no le interesa hacerlo parecer fácil. Bündchen se apresura a señalar que contrató a alguien para que la ayudara a terminar y probar las recetas de “Nourish”. “Yo le decía: ‘Pon un poco de esto, un poco de lo otro’”, comenta sobre cómo escribieron las recetas.

Con su disposición en mente, casi todas las recetas del libro incluyen retoques improvisados, pensados para padres que cocinan como ella y tienen hijos con un paladar como el de los suyos. “Un día les gustan las zanahorias y al día siguiente las odian”, comentó, señalando con la cabeza los rollitos.

Se puede adaptar a las quejas relacionadas con las verduras. Pero tiene poco tiempo para prepararlos para el mundo fuera de su cocina, donde los errores son inevitables.

“Crees que sabes algo y, luego, descubres que no es así. Crees que emites un juicio sobre una persona y, luego, no es lo que pensabas”, afirmó.

Ella ha sobrevivido a sus propias decepciones; espera que sus hijos aprendan a hacerlo también.

“No podemos vivir envueltos en papel de burbujas”, dijo. Y lo dice una mujer que ahora puede hacerles una llave de cabeza a sus detractores. Bündchen es menos frágil de lo que pensaba.

c.2024 The New York Times Company